miércoles, junio 20, 2007

Perdí la cuenta del dolor.-

Llego tarde la agonía,
donde estaba no se sabía,
perdí la cuenta del dolor,
con la llegada de tu olor.

Remedio para la alegría,
terminaste con la simpatía,
aumentaste en mí el quebranto,
me enseñaste tú de llanto.

Escuela de sufrimiento,
aprendí de tu escarmiento,
hoy el dolor es ya corriente,
aunque duele no es hiriente.

Osvaldo Facundo Benítez Meabe
www.tucableatierra.com.ar