Como canto de sirena
encantas al marinero,
que navega su velero
buscándote en la arena.
La sirena que no canta
pero cuyo amor hipnotiza,
con la magia de su sonrisa
del letargo te levanta.
Elevándote a la cumbre
te despega de la tierra,
a tu corazón se aferra
encendiendo en ti la lumbre.
Osvaldo Facundo Benítez Meabe
encantas al marinero,
que navega su velero
buscándote en la arena.
La sirena que no canta
pero cuyo amor hipnotiza,
con la magia de su sonrisa
del letargo te levanta.
Elevándote a la cumbre
te despega de la tierra,
a tu corazón se aferra
encendiendo en ti la lumbre.
Osvaldo Facundo Benítez Meabe