La destrucción sigue su danza.-
Silencios de hospital,
anteceden a mis gritos,
seguido el de mil pitos,
que resuenan a su término.
Nadie parece escucharlos,
no necesitan a sus oídos taparlos,
mis gritos parecen enmudecidos,
callando ellos a sus sentidos.
Intento advertirles de lo que viene,
parece no saben lo que tiene,
ignoran su futuro cercano,
no leen lo que esta en su mano.
Despreocupados van transitando,
ocupándose en sus vanidades,
mas no se les ocurre detenerse,
en los espejos mirar y verse.
Así es como lo ignoran,
y de ello se vale él y avanza,
hoy mi grito no le alcanza,
la destrucción sigue su danza.
Osvaldo Facundo Benitez Meabe.-
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