Oculto allí bien en el fondo
Donde nadie puede verla,
Allí yo pude esconderla
Disimulada en lo más hondo.
Esa vacua y profunda tristeza
Que dañaba mi ser consciente,
Robando mi alegría, hiriente
Quitando a la vida su belleza.
Pero hice uso de mi magia
Para recuperar la sonrisa,
Vivir paciente y sin prisa
Con alegría que contagia.
Devolver a la vida los colores
Llenarla de risas y momentos,
Ser de la música los instrumentos
Y de los perfumes sus olores.
Para erradicar por fin las amarguras
Y olvidar los dolores pasados,
Disfrutar los éxitos logrados
Siendo feliz sin ataduras.
Osvaldo Facundo Benitez Meabe
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