Cuando termina el cuento de hadas
las sonrisas son puras muecas,
en este mundo de muñecas
los amores son puras pavadas.
En este universo de medias verdades
se agudiza el ingenio de la palabra,
buscando aquella llave que abra
el camino a las sinceridades.
No confiar en ninguna afirmación
y hurgar por una verdad oculta,
ardua tarea que dificulta
la pasión en cualquier relación.
La mentira mata el encanto
y vuelve gris la alegría,
vuelve al vino sangría
silenciando al canto.
Cuando termina el cuento de hadas
las sonrisas son puras muecas,
en este mundo de muñecas
los amores son puras pavadas.
Sin espacio para improvisar
todas las palabras se calculan,
hasta los gestos se simulan
para falsamente armonizar.
En esta nuestra obra de teatro
las parejas son contrincantes,
en este macabro juego de amantes
sobre las tablas se simula el trato.
La verdad resulta una novedad
y el sincero ya esta extinto,
yo me siento tan distinto
ante tanta adversidad.
Osvaldo Facundo Benítez Meabe
las sonrisas son puras muecas,
en este mundo de muñecas
los amores son puras pavadas.
En este universo de medias verdades
se agudiza el ingenio de la palabra,
buscando aquella llave que abra
el camino a las sinceridades.
No confiar en ninguna afirmación
y hurgar por una verdad oculta,
ardua tarea que dificulta
la pasión en cualquier relación.
La mentira mata el encanto
y vuelve gris la alegría,
vuelve al vino sangría
silenciando al canto.
Cuando termina el cuento de hadas
las sonrisas son puras muecas,
en este mundo de muñecas
los amores son puras pavadas.
Sin espacio para improvisar
todas las palabras se calculan,
hasta los gestos se simulan
para falsamente armonizar.
En esta nuestra obra de teatro
las parejas son contrincantes,
en este macabro juego de amantes
sobre las tablas se simula el trato.
La verdad resulta una novedad
y el sincero ya esta extinto,
yo me siento tan distinto
ante tanta adversidad.
Osvaldo Facundo Benítez Meabe
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