Te regalo cada atardecer
Con sus naranjas todos,
Los hay de todos los modos
Y cualquiera es menos que tu ser.
Sin ti el mundo no tiene atardeceres
No tendría luz ni calor,
No habría espacio para el amor
Ni para todos los placeres.
No habría amanecer
Ni cabría esperanza alguna,
Nos quedaría solo la luna
Y nada me podría complacer.
Sin tu luz, azabache es esta vida
Y cada atardecer resulta hiriente,
Pues la belleza del poniente
Solo se disfruta compartida.
Osvaldo Facundo Benitez Meabe
No hay comentarios.:
Publicar un comentario