Cuando ya te creías curado
Y transitabas el camino en calma,
En paz y tan llena tu alma
Pasa aquello inesperado.
Ahí ves a tu fuerte estabilidad
Flaquear siendo tu peor flanco,
Todos los colores volverse blanco
Y aflojar en ti la sensibilidad.
Volverse gris el cielo de emociones
Y tronar anunciando la tormenta,
Esa que tanto te escarmienta
Enmudeciendo a todas a tus canciones.
Más como siempre toda tempestad
Amaina transcurrido el tiempo,
Habrá que fijar rumbo al firmamento
Y que se haga de Dios la voluntad.
Esperan las velas pacientes
Para desplegar su grandeza,
Con toda convicción y entereza
Los vientos serán suficientes.
Para las grises aguas del hastío surcar
Haciendo mella en tu camino,
Mostrando donde va y de donde vino
Logrando tu barca la ruta marcar.
Allí el timón de tu barca sostiene estoico
Tu espíritu Incolume ante la Flaqueza,
Esa siempre fue tu mayor riqueza
Reponerte siempre de modo Heroico.
Aunque nadie sabe de tu batalla
Solo se exterioriza algún gesto adusto,
No se sabe nada de tu disgusto
Ni que casi tu corazón estalla.
Terminando se encuentra la travesía
Y en tu cuerpo ni se aprecia la proeza,
De poder sostenerte ante tanta rudeza
Y aun así continuar generando poesía.
Osvaldo Facundo Benitez Meabe
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