Cuando no hay opción
Cuando no queda otra
Cuando destino venció
Y es inevitable la derrota
Aceptarlo es que debemos
Y entregarnos al vil destino,
Tragar todo el veneno del vino
Y sacar la cuenta de lo que perdemos
Entender que ante lo inevitable
Despedirse a veces es un privilegio,
Un adiós que logra su sortilegio
Que para algunos solo nos es imaginable.
Osvaldo Facundo Benitez Meabe
No hay comentarios.:
Publicar un comentario