El día que vi el reflejo de tu alma...

Que si podría haber sido mejor, si seguro en eso estamos de acuerdo; que pude haber hecho yo mucho más, puede ser pero eso hoy me importa poco. Porque ese día vi en tus ojos, que no compartimos la manera de vivir; tu vives todo como una gran partida de ajedrez, y yo juego al ajedrez como si fuera una batalla hasta la muerte. Tu no tienes sangre caliente, tu no sabes vivir hasta que reviente. Tu no sufres de dolor después de un día en que diste todo solo para lograr una sonrisa. Tu no ves en ciertos actos el valor de lo humano. Para ti son todos números positivos o negativos, o te servimos o te damos perdidas. Ese mismo día que vi yo en tus ojos tal reflejo, me di vuelta y me fui lejos. Para no tener que siquiera ver en ti, la cara incrédula de quien farsante espera, algún resarcimiento por alguna pérdida. No quise encontrarme con el paupérrimo acto que es tu persona, arrastrándose sola, sin entender, que por fin alguien descubrió su oscuro y horrible interior... en fin ese día vi el reflejo de tu alma.

OSVALDO FACUNDO BENITEZ MEABE