martes, agosto 03, 2004

Supiste ser perversa.

me encontré sentado, ya sin remedio,
esperando triste, tu bendición,
supiste ser perversa cuando pudiste,
dejando a la deriva mi corazón.

me negaste tu presencia hasta el olvido,
olvidando con ello cuanto vivimos,
perdonando al destino su trabajo,
le dimos un atajo con nuestra salida.

como una bala perdida que da en el blanco,
así dio tu noticia en mi vida,
perfecto proyectil partió mi cabeza,
al ser tu nombre pronunciado.

con perfecto esmero olvidando,
cuanto tu me gustas yo no olvido,
es difícil borrar de la memoria,
esos labios grandes que fueron míos.

tratando de pasar inadvertido,
me voy por la vida arrastrando,
el lastre pesado que fue tu encanto,
y el difícil pesar que es hoy tu olvido.


Osvaldo Facundo Benitez Meabe

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